✯ Mascotas Colectivas ✯

Antes de nada,  hazte cuatro preguntas

• ¿Qué estilo de vida llevas?

• ¿En qué entorno vives?

• ¿De qué tiempo y ganas dispones?

Recuerda que educar a un perro es invertir en felicidad. Si no tienes tiempo o ganas para hacer esa inversión, quizás lo más sensato sea no tener perro. Sé honesto contigo mismo.

• ¿Es la primera vez que tienes un perro?

• Razas de perros de gran tamaño: siempre es más difícil manejar a un perro de gran tamaño que a otro de tamaño pequeño o mediano. Cualquier problema de conducta suele maximizarse cuando la envergadura del animal es considerable.
• Razas de perros de guarda: piensa que han sido diseñadas para proteger y guardar. Tienden a ser desconfiadas con los extraños y no suelen ser los mejores perros de compañía.
• Razas de perros que han sido seleccionadas para pelea: son perros habitualmente cariñosos con personas pero necesitan un manejo muy consistente en su relación con otros perros. Además, su potencial de riesgo es elevado ya que tienen mucha presa de mandíbula y están diseñados para morder y no soltar.
  

• Predice el futuro: sabe que llegarás a casa antes de que hayas cruzado el umbral de la puerta
• Lee la mente: detecta cuándo estás contento o triste sin que tengas que decírselo
• Tiene una inteligencia supersónica: descubre siempre dónde escondiste su pelota aunque te esforzaste en ponerla allí cuando él no estaba mirando.

• Los perros ladean la cabeza cuando les hablamos porque nos escuchan mejor.

• Los perros ladean la cabeza cuando les hablan porque nos ven mejor

El hocico reduce la visión frontal del perro y no le permite ver nuestra boca y nuestros labios en movimiento.

Razas de perros braquicéfalos o de hocico chato

• Las razas de perros de hocico chato (braquicéfalos) ladean menos la cabeza cuando les hablamos.
• Las razas de perros de hocico alargado inclinan más la cabeza cuando se les habla.